Déjalo ya...

Todo aquel que lucha contra el mal, está suponiendo que éste mal tiene algún poder. Es muy fácil sentir que estás haciendo algo enorme y de gran magnitud cuando supones que estás luchando contra fieras gigantescas e indomables para "salvar al mundo", y así se alimenta el ego de muchos, mientras hace sentir miserable e impotente al de otros, o una mezcla de las dos cosas.

Puedes tener una mentalidad de víctima, puedes tener una mentalidad de héroe, y hasta puedes mantener el victimismo y usarlo como condición para hacerte/sentirte el héroe. Luego te engañas, pero eso no cambia tu mentalidad, porque, de hecho, ésta mentalidad se basa en una auto-manipulación y un auto-engaño.


Te lo voy a decir de otro modo. Todo el mal, la injusticia, los demonios, etc. contra los que crees luchar, se alimentan única y exclusivamente de tu atención. Eso es, existen gracias a tu atención, a tu alimento, pero oh, tú no puedes ignorarlos, ¿verdad?, ¡¿cómo ignorar cosas tan terribles?!

Pues adelante, sigue combatiendo, "héroe". Eres "grandioso", pisoteando cabezas demoníacas y "sobreviviendo" a sus ataques.


¿Qué vas a hacer, eh?, ¿qué piensas hacer?, ¿qué es lo que realmente buscas?, ¿qué es lo que pretendes?, ¿seguirás luchando contra el "poder"?, ¿intentarás arrebatarle su "trono"?, ¿aún con la manía de "cambiar el mundo"? Pues adelante, querido niño, ¡nadie te lo impide!

Pero ésta lucha "interminable"... éste drama tan absurdo... ésta cadena de odio "irrompible" seguirá, porque tú eres incapaz de vivir sin alimentar a éste "poder", de un modo u otro.

Algunos alimentan a éste "poder" con su pasividad, trabajando para él. Otros lo alimentan con su desesperada lucha para impedir que los "poderosos" se aprovechen de los esclavos. Pero lo único que hacen es generar polémica, una tras otra, girando y girando interminablemente la balanza. Éste mundo, éste "poder", se basa en la lucha por la supervivencia, es la escala de la "cadena alimentaria", la "ley del más fuerte", y hasta que ésto desaparezca de la mentalidad no va a cambiar nada, solo se modificarán apariencias.

No se puede lograr nada auténtico con exigencias, pues éstas solo pueden funcionar si aquél a quien le exiges tiene algo que perder, y cederá únicamente para no perderlo. Cuando éste ceda, tan solo será un acuerdo: "Te daré ésto y te permitiré ésto a cambio de que sigas siendo mi fiel sirviente".

Es tan patético... esclavos exigiendo a sus "amos" que les cuiden mejor. ¿Por qué no, simplemente, dejas de alimentarle y te vas de su casa? Claro, la libertad asusta a la mayoría de la gente, ¿cómo sobrevivir si no hay ningún rico que me de de comer?, y ahí están los cimientos de toda esta trama.


La única salida real es irse de ahí, fuera, lejos, desertar. Hay un mundo donde no hay nada contra lo que luchar, ni nadie para quien trabajar, donde todo ya se encuentra provisto de exhuberante abundancia y belleza por la naturaleza, donde puedes dar rienda suelta a toda tu creatividad, donde puedes expresarte sin condiciones y vivir tu propio estilo de vida, donde el infinito se despliega ante tí, maravillando con cada destello, pero, aquel que solo vive para la lucha, ¿qué hará en ese otro mundo?, ¡se moriría de aburrimiento...! ¿o no? Dime, ¿qué harás cuando el mundo sea perfecto?, qué tontería, ¡si ni siquiera esperas llegar vivo a ese mundo!

Y que sepas que cualquier cosa que pudieses decir en contra de ésto que acabas de leer, no es más que una ridícula y patética excusa, una ridiculísima excusa. Pues ese maravilloso mundo del que te he hablado en el anterior párrafo ya se encuentra aquí, ¡SIEMPRE HA ESTADO AQUÍ MISMO!, ¡¿DÓNDE IBA A ESTAR SI NO?!, ¡PERO QUÉ TORPE DEBES DE SER PARA NO DARTE CUENTA!, ¡QUÉ ABARROTADA DE MIERDA Y DE MISERIA QUE DEBE DE ESTAR TU MENTE!

No te vayas a ir a buscar ese mundo al bosque, ni al desierto, ni al espacio, ni pienses que se encuentra en una especie de "más allá". Se encuentra en cualquier lugar que tú te encuentres, solo hace falta VIVIRLO.


Entiende también que no puedes cambiar la mentalidad de los demás. Como mucho, puedes ayudarles a comprender la suya propia. Pero para ésto, ellos deben darte permiso, deben estar dispuestos a reconocerse en su propia miseria.

¡LA VERDADERA LIBERTAD SE ENCUENTRA ÍNTEGRAMENTE EN UNO MISMO!